lunes, 27 de junio de 2011

Un coche nuevo, de nuevo


Hoy el Dr. Trichet Bernanke nos sorprende con unas reflexiones sobre un interesante anuncio de televisión.

‘Beee... Beee... Decimos a todo que sí. ¿Puedes trabajar este domingo? Sí, jefe ¿Quieres venir de compras conmigo? Sí, cariño. ¿Qué es lo que quieres, amor, dinero, poder? ¿Cuántas veces has dicho sí? Todos juntos: ‘digo que sí a todo, digo que sí a todo’. Toda tu vida siempre has dicho sí. ¿Alguna vez piensas decir no? Di no a lo establecido, di no al conformismo, di no a ser uno más. Sé único. Citroën DS4.’





¿Qué? Diréis que no nos ha quedado chulo el anuncio, ¿eh? Las ovejitas del principio son una metáfora. Las ponemos ahí para dar a entender que la mayoría de los Individuos se comportan como ovejas, van por donde les decimos, sin rechistar, diciendo a todo que sí. Como tú cuando le dices a tu jefe que sí a todo, como te hemos enseñado, o como cuando tienes que recorrerte los Centros Comerciales comprando cosas innecesarias para las féminas, que no dejan de ser también Individuos.

¿Qué quieres, amor, dinero, poder? Sabes que no vas a poder tener ninguna de esas cosas siendo un Individuo y por eso, a veces, en lo más profundo de tu corazón te dan ganas de gritar. De gritar hasta quedarte sin voz. De gritar y decir ¡NO! Y qué vas a hacer, ¿juntarte con los perroflautas? ¿Manifestarte con los okupas del 15M? ¿Acaso te vas a arriesgar a investigar qué sea eso del amor y a distanciarte del sexo? Es cierto que muchos están muy mal. ¿Te vas a arriesgar a acabar como ellos? ¿No será mejor salvar tu culo y que les den por el ídem a ellos? ¿Es que no harían ellos lo mismo si estuviesen en tu lugar?
Sabemos de esa oscura inquietud que puebla vuestros ovejiles corazones y que, por otra parte, pone en peligro el tinglado que hemos montado. Pero tranquilos, os hemos encontrado un camino para que encaucéis vuestra frustración: compraos un coche. Sí, puede que ya tengáis uno, pero este es nuevo. Una nueva forma de decir no.

Mirad, para seros sincero, yo tampoco sé cómo se puede decir no a lo establecido comprando un coche, ni cómo va a dejar de ser uno un conformista comprándose lo que tenemos todos, ni cómo va a dejar de ser uno uno más si lo que nosotros queremos es que seáis todos uno más y, en el mejor de los casos, que todos y cada uno de vosotros os compréis esta nueva maravilla, ni cómo se va a creer alguien que queremos que seas único cuando esperamos pillar a 40.000 incautos: Presentación en Barcelona del nuevo Citroën DS4; pero puedes comprártelo, meterte dentro y decir que no todo lo alto que quieras, que no te va a oír nadie gracias a su aislamiento total, a lo que llamamos ‘confort acústico’.
Entended a los publicistas, ya es que hasta los argentinos se quedan sin ideas, todo el día haciendo creer que ha salido un coche nuevo… Es una mentira difícil de sostener. Por eso invertimos cuantiosas sumas en publicidad: EL SECTOR DEL AUTOMÓVIL ES EL MOTOR DE LA PUBLICIDAD EN EUROPA. Y…, ¡funciona! Bueno, funcionaba muy bien hasta que llegó el rollo de la crisis. Ahora ganamos mucho, pero no muchísimo. Hemos tenido que recortar salarios y Puestos de Trabajo para poder mantener los márgenes de beneficio y seguir vendiendo humo. Daos cuenta de lo importante que es esto; aquí tenéis, para que veáis lo genial de la economía de mercado: La Comunidad de Madrid gasta en publicidad más de la mitad que toda la Administración central.
Igual que hacemos con un coche podemos hacer con una Comunidad Autónoma o con un Estado (y a juzgar por los resultados, no le ha ido tan mal al gobierno de la Comunidad). Hay que publicitarse, hay que forrar los autobuses, hay que pagar campañas de ‘sensibilización’ (jejejejeje, perdón, no he podido evitar la carcajadilla), hay que envolver los vagones de metro con vinilos gigantescos ¿Parece estúpido que el metro se publicite a sí mismo? Cuenta los votos y luego me dices.
No nos desviemos, ya os hablaré de las campañas de publicidad de los gobiernos, el caso es que este anuncio es todo un soplo de aire fresco. Sobre todo en estos momentos de duda, cuando empiezas a preguntarte si tiene sentido levantarte todos los días para ir a algún sitio del que quieres escapar en cuanto tienes oportunidad, como el condenado en la cárcel, pero con el inconveniente de no saber hasta cuándo lo vas a tener que hacer. Desde aquí te animo a que seas una ovejita más, te compres un coche y te dejes de tanto pensar.

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